jueves, 19 de febrero de 2009

¡Y pensar que todavía siguen pasando cosas así!

¡Hola hola caracola! ¿Qué tal el día?

Yo bueno, hoy he presenciado un hecho en el autobús que me llevaba de vuelta del instituto, aquí en Toledo que creo que tengo que comentar por aquí.

Estaba yo tan tranquilamente sentado mirando el paisaje (el feísimo paisaje de la ciudad de Toledo, por cierto) cuando ha entrado en el autobús un grupo de personas con discapacidad (creo que eran 6, o por ahí), más un par de monitoras. Nada que no haya visto antes... pero sí he tenido la oportunidad de fijarme cómo se trataba a este grupo por parte de los demás viajeros, y tal.

Cuando han entrado las personas con discapacidad, el autobús estaba casi vacío, y bueno, se han desperdigado un poco sentándose en diferentes zonas. Ha habido dos que se han sentado juntos, otros que iban junto con las monitoras, y tal. Pues bien, a medida que han ido entrando más viajeros, he podido ver un par de cosas que me han llamado la atención.

Lo primero es nadie se quería sentar al lado de ellas. ¡Era algo increíble! ¡La gente prefería estar de pie que sentada al lado de personas con discapacidad! Hay que ser muy tonto para preferir estar de pie pudiendo estar sentado. No sé qué frenaba a esta gente a sentarse, igual es simplemente que todos tenían almorranas y les duele apoyar el culo, ¡quién sabe! Pero lo cierto es que nadie se quería poner al lado de estas personas con discapacidad.

Bueno, en realidad no del todo. Ha habido un par de "señoras" que no tenían irritaciones en el culo y sí se han sentado a su lado. Aunque estas "señoras" tienen otro tipo de problemas, y bastante más graves: problemas de sentimientos. Y un poco de coco también, la verdad. Se han puesto a hablar con las personas con discapacidad, y vaya... les han seguido el rollo como si fuesen tontos. Había uno que hablaba de ir al cine, y ahí estaban las señoras, diciéndoles que sí, tratándoles como niños, dándoles la razón para que se callasen. ¡Muy bonito!
Aunque lo peor ha sido cuando una de las "señoras" ha soltado la siguiente "perlaza":
"Habla habla, que no tienes más alegría que hablar".

¿"No tienes más alegría que hablar"? ¿Y esta señora qué leches sabe? ¿Sabe cómo vive? ¿Sabe lo que esta persona hace a lo largo de un día? Pues no, no tiene ni idea, así que no puede hablar de algo de lo que no sabe. Vete tú a saber, igual este "pobrecillo" tiene una vida más plena que la de esta señorona. A lo mejor tiene un trabajo estable, pareja, una casa de la leche e incluso una vida sexual súper sana. ¿Quién sabe? Yo no tengo ni idea, pero está claro que esta señora tampoco. Y también está claro que ya quisiera esa mujer tener el nivel intelectual y sentimental de cualquier persona con discapacidad. ¡Yo creo que hasta hay pirañas con más sentimientos que ella!

No hay comentarios: