domingo, 14 de diciembre de 2008

Cuando yo era peque (I)

¡Hola hola! ¿Cómo va eso? Yo bueno, últimamente estoy un poco depre, pero con eso de que llega la Navidad, se me está pasando un poco. ¡Me encanta la Navidad! Con sus mazapanes, sus polvorones, ¡sus vacaciones! Además, este año ha sido el primero en el que he visto lo de Cortylandia. ¡Qué bonito es, por favor!

Este pasado sábado se celebró la Segunda Jornada Comarcal de Familias aquí en Talavera, y bueno, yo estuve con los padres; hubo ratos en que me sentí muy descolocado, pero como se supone que voy a ir al congreso de Valencia en junio, pues me dijeron que fuera allí a acostumbrarme al tema. También me hubiera gustado estar de voluntario, pero no soy Dios (aunque me llame Jesús) y no puedo estar en dos sitios a la vez. La próxima vez iré de voluntario.
Por cierto, si queréis hablar de cómo fue la jornada, nadie os lo impide ehh xD

En fin, en esta ocasión os voy a contar un poco la historia de cuando yo era pequenín. ¡Espero no aburriros mucho! :P

Cuando yo tenía tres años, nació mi hermano. Yo por aquel entonces era muy chiquinino, ni siquiera era consciente de si quería un hermano o no, pero vamos. Lo único de lo que me acuerdo es que todo el mundo me empezó a prestar menos atención porque había alguien más pequeño y que acababa de nacer :(

El caso es que pasaron los años, y yo no me empecé a dar cuenta de que mi hermano era "chino" hasta que yo tenía 7 u 8 años (a veces le llamo "chino" porque, como todos los síndrome de down, tiene los ojos así como rasgados). Fue por aquel entonces cuando empecé a decir: "hey, este niño no es como los demás, ¿qué está pasando aquí?". Vamos, yo nunca he sido un tío muy despierto ni nada de eso, pero se veía de lejos que mi hermano no hablaba, ni se comportaba, ni se relacionaba como el resto. Yo estaba encantao con él, claro, pero veía algo fuera de lo normal, aunque no sabía el qué.

Aunque preguntara a mis padres, nunca sacaba nada en claro porque ellos siempre se iban por la tangente. "Tu hermano es normal, y punto pelota", me decían, y bueno, había que creerles porque sí.

Mis padres nunca me han hablado del tema, y se puede decir que todo lo que sé de la discapacidad tiene que ver más con la propia experiencia que con cualquier otra cosa. Y yo creo que eso es malo, porque no hay nada malo en que un niño sepa lo que es la discapacidad. ¡Al contrario! Cuanto mejor lo sepa, menos raro lo verá y mejor será su actitud para con quien padece alguna discapacidad, sea la que sea, ¿no creéis? Cualquier cosa es mejor que la duda.

Mi hermano y todo lo que le rodeaba siempre era algo aparte (y sigue siendo, pero al menos ahora soy consciente de ello). Iba al médico aunque no le doliese nada y su colegio no era como el mío. Y eso me producía una sensación de decir "anda, ¿a mi hermano le tratan como alguien especial y a mí no? ¿Es que no me quieren o qué?"

Evidentemente, esto lo pensaba cuando tenía 6 ó 7 años. ¡Pensamientos de niño chico!


"18 til I die", de la época buena de Bryan Adams