jueves, 5 de noviembre de 2009

Lo que ha influido mi hermano en mi vida

¿Os habéis parado a pensar alguna vez lo que os ha influido el hecho de que vuestro hermano o hermana tuviera discapacidad intelectual? Yo me puse a pensarlo hace poco, y la verdad es que me sorprendió comprobar que me había influido mucho.

Si tener un hermano es algo que te marca la vida para siempre, creo que la cosa se acentúa más si tiene una discapacidad intelectual. En mi caso, por ejemplo, el hecho de que mi hermano Óliver tenga síndrome de Down ha condicionado mucho mi vida. Tanto, que no me imagino cómo habría sido mi vida si las circunstancias no hubiesen sido las que han sido.

Por cosas buenas y malas, para bien y para mal, en el presente y en el pasado, queriéndolo yo o no, directa o indirectamente, mi hermano ha formado parte de mi vida tan intensamente, que incluso ha habido momentos en los que he creído que mi hermano ERA mi vida.

Si hecho la vista atrás y lo pienso, llego a la conclusión de que sin mi hermano, todo hubiera sido diferente. Mis amigos, mis relaciones con los demás, mi formación académica y hasta mi propia personalidad habrían cambiado tanto, que yo hubiera sido una persona totalmente diferente.


      • Mis amigos

      Bueno, ya os he contado alguna vez lo que me pasa cuando llega el verano, ¿verdad? Todos los veranos, desde que era adolescente, me he tenido que quedar cuidando a mi hermano todos los días entresemana. Esa "obligación" me ha llegado a frustrar mucho y a molestar, porque me ha privado cientos de veces de estar con mis amigos. Mientras ellos estaban en la calle, disfrutando, yo tenía que estar con mi hermano, cosa impropia para la edad que tenía por aquel entonces. Ha sido (y sigue siendo), tiempo perdido, relaciones sociales rotas, y en definitiva algo doloroso.

      Por ello, mis relaciones de amistad se han visto muy influenciadas por mi hermano. Si no hubiese sido por él, mis amigos serían muy diferentes de los que tengo ahora y me relacionaría mejor con la gente. Yo comprendo que mi hermano no tuviese la culpa de esa situación, es más, sé que nadie tuvo la culpa. Simplemente fueron cosas que pasaron, y yo fui el que salió perdiendo.


      • Mi personalidad


      Todos los momentos que he pasado con Óliver, que han sido muchos, han forjado mi personalidad en gran medida. El conocer la discapacidad y vivirla tan de cerda, creo que me ha hecho mejor persona, y también me ha servido para conocer mejor a la gente y ser más tolerante. He comprendido que no todos tenemos las mismas necesidades, y he aprendido a entender mejor a las personas y a no etiquetarlas a simple vista. Si no hubiese tenido a alguien con síndrome de Down a mi lado, seguramente no vería a las personas con discapacidad como gente con mis mismas capacidades, entre otras cosas, porque si solo fuese por lo que cuentan los medios de comunicación, creería que no son capaces de nada.

      También pienso que la discapacidad de mi hermano me ha hecho madurar desde pequeño, aunque no sé hasta qué punto eso es bueno, ya que siento que de alguna manera no he vivido mi infancia y adolescencia de una manera completa e inocente, como los demás niños.


      • Mis relaciones personales

      ¿A alguno de vosotros no os ha pasado que conoces a una persona y te cae bien, pero luego le dices que tienes un hermano con discapacidad, y te habla de una manera diferente? Como si a partir de entonces hablase de tu hermano de una forma dulce y estúpidamente cariñosa. Pues a mí eso me ha pasado, y más de una vez, y por eso hay veces que, al conocer a una persona, desconfío de ella. "Me cae bien, pero ¿si le digo que mi hermano va al Madre de la Esperanza, me seguirá tratando igual que hasta ahora?" Es por eso que mi hermano ha condicionado hasta cierto punto en mis relaciones personales, porque muchas veces me preocupa lo que puedan pensar o cómo reaccionarán ante él.

      Además, seguramente si mi hermano no existiese, ya me habría independizado de casa de mi padre hace tiempo, lo que hubiera influido directamente en mis relaciones con los demás y en cómo sería mi vida.

      De hecho, si mi hermano no fuese mi hermano, ni siquiera habría ido al instituto al que fui, lo que hubiese significado que desde mis amigos hasta mi formación académica, todo habría cambiado en mi vida.

      En definitiva, este es el guión de mi vida. Un guión en el que mi hermano a veces ha tenido incluso más protagonismo que yo, y esto no debería ser así porque no conozco a nadie más al que le haya pasado. Yo entiendo que nadie tuvo la culpa de tanta influencia, simplemente fueron cosas que pasaron... bueno, en concreto, que me pasaron a mí. Espero que en el futuro mi hermano influya cada vez menos en mi vida, porque aunque le adoro con toda mi alma y estaré con él siempre que lo necesite, tampoco quiero que su historia sea también la historia de mi vida.